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ABC.es 03/03/2014

Expertos en la materia explican cómo debe ser este acercamiento y lo que aporta a las familias, colegios y alumnos

Jesús Ruíz y Eugenia del Campo tienen tres hijos en Educación Infantil y Primaria en el colegio Las Tablas Valverde. Consideran que la relación estrecha entre padres y docentes aporta muchas ventajas a la formación y educación de sus hijos. «Mantenemos una comunicación muy fluida con el colegio y asistimos a cinco tutorías al año para ponernos al tanto de los temas académicos, pero también para que nos comenten qué aspectos (como la fuerza de voluntad, la responsabilidad en las tareas, etc.) debemos ayudarles a reforzar», apunta Jesús Ruiz.

Aseguran que los niños tienen, por lo general, un comportamiento distinto en casa que en el colegio, «y el contacto con los profesores facilita a ambas partes una visión más completa de cómo son nuestros hijos y si tienen problemas, será más fácil de solucionar conjuntamente».

Eugenia del Campo añade que la agenda diaria es una herramienta muy útil de información, pero por sí sola no es suficiente. «Colegios y padres debemos ir de la mano para que su formación y educación sea un éxito. De esta forma, el niño no percibe que en casa se hace una cosa y en el colegio otra, sino que todos trabajamos en la misma dirección, lo que les aporta una gran seguridad».

El Apa del colegio también es muy activo y organiza la Escuela de Padres. «Tratan temas que nos preocupan y trabajamos con el método del caso y nos sirve, de paso, para conocer a otros padres —puntualiza Eugenia—. También se realizan actividades lúdicas para que nos involucremos las familias y donde intercambiamos opiniones. Además, en cada curso hay un matrimonio encargado de comunicarse con el resto de padres para cualquier incidencia o cuestión que se quiera abordar».

Para Para Fernando San José, director del colegio Las Tablas Valverde, las familias tienden a involucrarse más con los colegios porque saben que si lo hacen es una inversión para el futuro de sus hijos. «No entiendo la educación de otra manera. Actuando de este modo todo son beneficios para el niño. Son las dos fuerzas que necesita para crecer academicamente y también en su sociabilidad, en valores, en libertad y en convertirse en un buen ciudadano. Los padres deben confiar en el colegio y estar en contacto siempre».

Concienciar a las familias

Con la misma fuerza con la que se critica el sistema educativo, se trata de concienciar a la sociedad de la importancia de que exista una estrecha relación entre familias y profesores. Sin embargo, muchos padres aún no saben en qué consiste este contacto, cómo llevarlo a cabo y en qué les beneficia.

«Tener información de la marcha de los hijos en clase, no solo desde el punto de vista académico, sino también de su comportamiento, relaciones sociales…, siempre es beneficioso porque percibirán que los padres se interesan por ellos, que trabajan en la misma dirección que en el colegio y harán que estén más involucrados», asegura Nieves Currás, directora del Área de Colegios y Centros de la Fundación Universitaria San Pablo CEU.

Los expertos en educación insisten en que padres y docentes deben ir de la mano para que los hijos no se sientan desorientados y no perciban que en casa se hacen las cosas de una manera y en clase de otra. «Los padres son los primeros educadores de sus hijos y queremos que hagan suya esta responsabilidad. Deben entender que la escuela es una ayuda subsidiaria en esta labor», apunta Antonio Sastre, coordinador de formación integral de los colegios del Regnum Christi en España. «En los centros, además, podemos dar a los padres herramientas muy útiles para la formación afectiva y emocional de sus hijos. El beneficio de ir juntos de la mano es inmediato».

Cuestión de prioridades

Sin embargo, no todos los padres, por cuestión de tiempo, pueden asisitira las reuniones escolares. «Es cuestión de prioridades —apunta Antonio Sastre—. Toda elección conlleva renunciar a algo. En el peor de los casos, las tutorías pueden durar dos horas, dos veces al trimestre, y muchos centros ofrecen la posibilidad de que se realicen en sábado».

Óscar González, director y fundador de la Escuela de Padres con Talento, parte de que «el alejamiento de la familia respecto de la escuela favorece el fracaso escolar». Para que la implicación sea real y efectiva aconseja que los padres conozcan, desde principio de curso, a los profesores de su hijo con el objetivo de formar equipo. De esta forma les será más fácil hacerles llegar sus sugerencias para mejorar las cosas.

Desde los colegios insisten en que los padres deben tener como referencia al tutor. Sin embargo, en muchas ocasiones, los padres prefieren contactar con el director del colegio porque creer les resolverá mejor cualquier cuestión de sus hijos. «Es un error —asegura Currás—. El director no tiene la suficiente información sobre el niño ni el problema que le afecta, simplemente porque no está en contacto con él tantas horas como su tutor».

Distinto comportamiento

Según Currás, los padres se interesan más por acudir a las tutorías cuando los hijos están en Infantil y Primaria. «Animamos a las familias a que se relacionen siempre con los tutores y conozcan el comportamiento de su hijo en clase. Muchos se sorprenden: en casa es un protestón y en clase un bendito».

Lo ideal es que estén al tanto de la dinámica del colegio porque los niños pueden alterar la realidad (no dan la información correcta), y es conveniente que los padres cotejen la información con el tutor.

La agenda por sí sola no es suficiente para un acercamiento al colegio. «La entrevista personal es más importante», apunta Currás. Aún así, recalca la utilidad de herramientas tecnológicas como «el colegio virtual», por el que gracias a internet los padres pueden acceder cada día desde cualquier sitio a contenidos como los deberes e incidencias de sus hijos. Es muy útil para saber qué hacen en cada clase, o si un día el niño está enfermo y no puede acudir, mirar los deberes que debe hacer o cuándo es el próximo examen».