El Mundo 27/5/14
-
El 10,9% de las llamadas en 2013 estaba relacionado con malos tratos de sus padres
-
Así lo asegura el último informe de la organización dedicada a ayudar a los menores
-
Anar también recibió 523 llamadas de adolescentes que planeaban quitarse la vida
La Fundación Anar ha alertado este martes de un incremento «preocupante» del maltrato infantil en España, tras constatar que sus líneas de atención telefónica tanto para menores como para adultos, que en 2013 recibieron 423.136 llamadas (un 29% más que en 2012), registraron el año pasado un aumento del 3% en este tipo de casos.
Según el informe presentado por la organización, el 10,9% de las llamadas a la línea para menores de edad eran relativas a malos tratos por parte de los padres o tutores, un tres por ciento más que el año anterior. El mismo aumento se ha registrado en la línea para adultos, donde los casos de violencia han pasado del 17,6 al 20,8% del total.
De este modo, la violencia en cualquier de sus tipologías -maltrato físico y psicológico, acoso escolar, violencia de género, grooming, abuso sexual o abandono, entre otras- repitió en 2013 y por octavo año consecutivo como principal motivo de consulta al teléfono Anar, así como al email de la fundación, que atendió 1.035 al cabo del año.
Violencia en casa
En este sentido, la fundación ha detectado que el 15,3% de los niños y adolescentes que llaman tienen en casa una situación de violencia y el 21,1%, dificultades relevantes en las relaciones entre los miembros de la familia. En el 37,1% de los casos hay algún miembro de la unidad familiar que padece problemas psicológicos, en el 8,6% hay un proceso de separación o divorcio en marcha y en el 6,5%, problemas de adicción, generalmente en los padres.
Otro de los datos que destaca el Informe es que «se mantiene la tendencia al alza de los casos de violencia de género entre adolescentes» que pasan del 1,98% en 2012 a ser el 2,63% un año después, así como un aumento de las llamadas en las que los hijos piden ayuda ante el maltrato que sufre su madre. En conjunto, estos casos representan el 5% de las llamadas atendidas en ambas líneas, frente al 4% de 2012.
También se ha registrado un incremento en la proporción de llamadas relativas a ‘bullying’ o acoso escolar, que ya representa el 7,2% de las llamadas recibidas en el Teléfono de Ayuda a Niños y Adolescentes frente al 4,8 por ciento que suponía en 2012. En el Teléfono del Adulto y la Familia han sido el 5,2% de las llamadas, un 0,6% más.
Quitarse la vida
La Fundación Anar llama además la atención sobre el aumento de llamadas, un total de 523, de adolescentes que estaban contemplando la posibilidad de «quitarse la vida como vía para escapar de su problema». En esta línea, en 2013 se atendieron 176 llamadas sobre autolesiones de los menores de edad.
«Se observa que parece haber una cierta predisposición entre los jóvenes con problemas a autolesionarse, a marcarse. Los motivos que han disparado estas lesiones son los problemas a la hora de relacionarse entre ellos o con sus familias, la baja autoestima, poca capacidad de resolución de conflictos o el rechazo de su imagen, entre otros», explican desde la Fundación.
Para el director de Programas de Anar, Benjamín Ballesteros, «a través del dolor físico, los jóvenes atenúan el dolor psicológico, aliviando su malestar o miedo». «Este tipo de comportamientos a corto plazo les crean la sensación de aliviar la ansiedad, pero a largo plazo les producen más daño, especialmente a su estima personal», plantea.
A lo largo del año pasado, desde el Teléfono Anar se realizaron 17.659 derivaciones de casos a recursos del ámbito jurídico y social y se pusieron en marcha 445 intervenciones urgentes ante la detección de situaciones de grave riesgo para la integridad de los menores de edad como son el maltrato físico o psicológico, el abandono o el abuso sexual.
Anar detalla que el segundo motivo de consulta en el teléfono para adultos, por detrás de los casos de violencia, es la orientación jurídica sobre menores en procesos de separación y divorcio. En un tercer puesto, con un 9,4% de los casos, se encuentran los problemas de conducta en niños y adolescentes, y, en particular, la violencia sobre los padres, lo que para la fundación, «sigue siendo una cifra muy elevada».
Agresores cada vez más jóvenes
En este ámbito, la fundación destaca como principales tendencias la disminución de la edad de los agresores; la mayor gravedad de las agresiones tanto a nivel físico como psicológico; la negación de los padres del fenómeno; que la víctima es principalmente la madre; y que afecta a todas las clases sociales por igual.
En cuanto a la desaparición de menores, el Teléfono Anar para Niños Desaparecidos atendió el año pasado un total de 229 casos, el 50,2% correspondientes a fugas, un 19,6% por secuestros parentales y un 18,8% relativas a situaciones en las que los menores de edad han sido echados de su casa.
El 39,9% de los niños y los adolescentes que piden ayuda a Anar viven con sus padres, y el 44,2% en familias monoparentales (de ellas el 27,6% con la madre). De las llamadas recibidas en la línea para menores, el 71,8% eran de mujeres frente al 28% de hombres. Sin embargo en el Teléfono del Adulto y la Familia, los porcentajes se igualan.