El País- Cataluña 11/2/14
Durante siete años, un monitor de un club juvenil de los Legionarios de Cristo abusó sexualmente de un menor de 10 años, según ha denunciado este. Cada día, hasta que el menor cumplió 18 años y se marchó al extranjero, le sometió a tocamientos, le apartó de sus amigos, y le aisló, controlando su vida, hasta el punto de acaparar la mayor parte de su tiempo libre. Esa es la denuncia que presentó en enero a los Mossos d’Esquadra la víctima, que en la actualidad tiene 24 años. El monitor que presuntamente abusó de él a diario tiene cinco más, 29 años. Ambos se conocieron en 1999, cuando la víctima, que forma parte de los Legionarios de Cristo, se apuntó al Centro Juvenil Puigmal. Se trata de un club de actividades extraescolares, ubicado junto al colegio que esta congregación ultraconservadora posee en Barcelona.
La víctima tenía entonces 10 años y el monitor, 15. En ese tipo de entidades se organizan excursiones, talleres, competiciones deportivas… “La función del monitor era la misma que en otros lugares, acompañar a los chicos, organizar las actividades, los talleres…”, contó este lunes una portavoz de los Legionarios de Cristo. El monitor entonces se acercó mucho al menor “generando una gran amistad”, según recoge la nota hecha pública por los Mossos d‘Esquadra. Hasta tal punto, que los padres del menor le preguntaron si podía hacer de canguro para él y el resto de sus hermanos. Pero con el tiempo, esa relación mutó, y se convirtió en otra cosa. El monitor empezó a abusar sexualmente de él, explica la policía catalana. Y lo hizo a diario durante siete años, cuando la víctima tenía entre 11 y 17 años.
La policía mantiene que el monitor se volvió cada vez más posesivo con él menor, hasta el punto de apartarle de sus amigos para pasar todo el tiempo posible con él. Fruto de esa relación, el menor se sentía “manipulado, asustado y sin ningún control sobre su vida”, asegura la nota policial. Por eso mismo, el joven no se vio capaz entonces de acabar la relación ni de denunciar la situación de sometimiento y abusos en la que llevaba años inmerso. Al cumplir los 18 años, el joven optó por irse al extranjero a estudiar en parte para alejarse de su monitor y de la situación que sufría a diario, según la policía. Fue esa distancia la que le permitió tomar conciencia de todo lo ocurrido y dar el paso de contarlo.
Primero se lo explicó al que era su director espiritual dentro de la comunidad. Luego, el joven y su familia dieron el paso de denunciar su calvario ante la policía catalana. El pasado 22 de enero, los Mossos detuvieron al monitor, que está en libertad a la espera de ser citado por el juez. Pero los Legionarios ya le apartaron de su puesto de monitor en 2008, cuando el director espiritual de la víctima lo puso en conocimiento de la comunidad. “Pidió permiso para contárselo a la congregación, y así lo hizo”, contó la portavoz de Legionarios de Cristo. El detenido permaneció al menos ocho años trabajando en el Centro Juvenil Puigmal. A día de hoy, los Legionarios de Cristo aseguran no “tener constancia” de más denuncias contra el hombre.
La congregación, sin embargo, no denunció los delitos que contó la víctima a su director espiritual. “La familia no quería y no se hizo por respeto a ellos”, explica esa misma portavoz, que advierte que hoy actuarían distinto. Aunque la víctima no estuviese de acuerdo, los Legionarios lo denunciarían para evitar más casos, según esa misma portavoz. Cabe recordar que el miércoles pasado la ONU denunció que el Vaticano sigue encubriendo los casos de pederastia. Al día siguiente, los Legionarios pidieron perdón por “los gravísimos e inmorales abusos” de su fundador, Marcial Maciel, hacia “seminaristas menores de edad” y los actos “inmorales con hombres y mujeres adultos”.
Este es el segundo caso en menos de una semana en el que la policía catalana informa de abusos sexuales en el entorno de la Iglesia. El pasado miércoles, los agentes detuvieron a un párroco de la iglesia de Santa Rosa en Santa Coloma de Gramenet, acusado de tocamientos a tres hermanos menores de edad, que hacían catequesis con el sacerdote.